Durante los meses que llevamos de ejecución de este programa, hemos sido partícipes de la capacidad que puede llegar a tener una persona para superar circunstancias traumáticas, como pueden ser la violencia de género, la separación del núcleo familiar, el padecimiento de una enfermedad de un hijo o hija, las adversidades del proceso migratorio, etc.

Todas las mujeres atendidas hasta el momento han tenido esta capacidad de resiliencia, desarrollada por la propia necesidad de salir hacia adelante y sobreponerse ante dificultades como la barrera idiomática, los procesos burocráticos y administrativos, la búsqueda de recursos, todo ello inmerso dentro del propio plan de emancipación.

En este mes hemos dicho hasta luego a la primera mujer atendida en DAJMA, quien se ha trasladado a otra comunidad autónoma, donde su familia ha podido ayudarla en la búsqueda de alojamiento y de empleo.