Viaje a 1570, La Paz de las Alpujarras. La guerra entre moros y cristianos que acabo en PAZ.
Se debía empatizar, conectar, encajar en el grupo. Había que convertirse en buenos CRISTIANOS o en buenos MOROS. Para ello se realizaron ejercicios que permitieran a los asistentes perder la vergüenza y darse a conocer entre sí.
En los inicios de la actividad, desde el centro, se afrontó esta actividad con cierta cautela. Ya que el centro de menores de Padules, solamente contaba con 7 meses de existencia como dispositivo de emergencia y tan solo 20 días como centro de estudio y diagnóstico. Por este motivo, el poder encajar en el pueblo y escenificar una buena imagen para que el ambiente fuese fluido y tranquilo, eran la mayor preocupación desde dirección.
El 20 de mayo de 2019, Padules viajó en el tiempo y transportó a los menos del C.E.D “Padules”, a una celebración sin precedentes, hasta mayo de 1570. Fecha que fue escenario, de uno de los hechos históricos más destacados de Las Alpujarras y de la historia del siglo XVI en nuestro país: las Paces entre el Rey y los moriscos alpujarreños.
Para retroceder 449 años en el tiempo, primero hubo que realizar un gran trabajo de preparación e integración entre toda la comunidad vecina participante.
Para sorpresa del centro, en los primeros ensayos, los menores del C.E.D. “Padules”, encajaron como si de un autóctono del pueblo se tratase, iría un paso más, destacaría las palabras del propio alcalde, Antonio Gutiérrez, “La dedicación, esfuerzo e implicación de estos chicos, les ha dado realidad a las escenas representadas, estos chicos son el claro ejemplo de paz y cordialidad entre las culturas.”
La preparación de la recreación, no comenzó el día de la representación, sino meses antes. Especialista en la materia, se desplazaron a Padules y explicaron a todos los participantes que sucedió en la primavera de 1570. Trabajaron con los grupos de voluntarios en los ensayos, escenificando, recreando y viviendo en primera persona lo acontecido 450 años antes. De esta manera todos los menores se implicaron y volcaron con este proyecto en el cual aprendieron a acerca de todas las costumbres de dicha época, incluyendo las rencillas ocurridas entre culturas y la posterior declaración de paz.
Los menores del C.E.D. “Padules” como auténticos guerreros, se prepararon para la batalla, acomodaron sus ropas de época, limpiaron sus cascos, armaduras, botas, martillos, espadas, lanzas, etc.
Llegado el día, se produce un viaje histórico a la España morisca y cristina del siglo XVI (VII edición de la paz de las alpujarras). Es sábado. 18 de mayo de 1570, los moriscos de las alpujarras (vecinos de Padules y menores del C.E.D “Padules”) se encontraron rodeados por los ejércitos de Don Juan de Austria y el Duque de Sessa. Las armas callaron, tras una horrible carnicería que impacto a toda Europa, y los emisarios de Aben
Aboo, se reunieron con el hermano del rey Felipe II para hallar una “reducción”, la rendición de sus tropas y el final de la guerra para muchos de los combatientes moriscos.
450 años después del inicio de la guerra, el Ayuntamiento de Padules, junto con la diputación provincial de Almería, realizan un túnel del tiempo, a través del cual se viaja a la época de la mano de este bello municipio, de su historia y de recreadores venideros de todas partes del mundo (Italia, R. Checa o E.E.U.U). Las actividades que se realizaron fueron las siguientes: talleres militares, vida cotidiana, bailes históricos, campamento fortificado, la reducción de los moriscos y un sinfín de “momentos históricos” representados por los residentes del C.E.D. “Padules”.
Se deja atrás la historia y se recupera algo más importante, los sentimientos, los valores, la cultura. Ocho menores junto con varios educadores, participan en los acontecimientos del S. XVI, se introducen en el papel e involucionan en su interior como si de los moriscos de época se tratase. Antes de comenzar la cruzada (recreación) conocían el resultado de la batalla. Los moriscos se rendirían ante los cristianos, aun así, las caras de desilusión tras la batalla eran reconocidas en sus rostros. Entienden el sentido de la guerra, pero nunca la habían vivido tan de cerca, aunque esta fuese una guerra ficticia. Se lamentan por la cantidad de muertos, familias rotas, hijos huérfanos, etc. Les reconforta, que, tras la batalla y la expulsión de los moriscos, Padules se convirtiera en un refugio para los que decidieron quedarse y sobrevivir en una España cristiana.
Actualmente, medio siglo después, comparan el ayer con el hoy. Padules vuelve a convertirse en el refugio, la humildad y la solidaridad, albergando en el municipio un centro para menores inmigrantes.
Pero no es sólo eso, Padules, su alcalde, sus gentes, han contribuido a la integración social y cultural, incluyendo a los menores del
Actualmente, medio siglo después, comparan el ayer con el hoy. Padules vuelve a convertirse en el refugio, la humildad y la solidaridad, albergando en el municipio un centro para menores inmigrantes. Pero no es sólo eso, Padules, su alcalde, sus gentes, han contribuido a la integración social y cultural, incluyendo a los menores del
C.E.D. “Padules” en las actividades y en la vida cotidiana del municipio.
Además, esta actividad fue muy bien recibido por todo el mundo, tanto dentro del propio municipio como en el exterior. Prueba de ello es que nuestros menores también formaron parte de otras expediciones en las cuales se visitaron otros municipios para recrear esta batalla tan famosa en la Alpujarra. Sin ir más lejos, la salida a Vélez Blanco junto a un grupo de vecinos, supuso una gran muestra de implicación, saber estar y unión entre todos los recreadores, entre los que se encontraban un buen número de personas del CED Padules
Por extraño que parezca, o al equipo técnico y educativo del centro, así nos sugería, los mayores del municipio, reconocen a los jóvenes del centro, como aquellos jóvenes españoles, de la España en blanco y negro, que emigraban a otros países en busca de mejores oportunidades. Es emocionante escuchar, cuando las habitantes del pueblo, llaman a los menores “los nuestros”. Esto ocurrió en la repetida mencionada “Paz de las Alpujarras”, cuando las gentes preguntaban asombradas por la nacionalidad de los menores, quienes eran y de donde provenían, la respuesta siempre era la misma, “¿Estos?, son de los nuestros.”
Equipo educativo, equipo Técnico y Dirección del C.E.D.”Padules”.
La paz no es únicamente la ausencia de guerra o violencia, sino el fortalecimiento de los aspectos positivos que la edifican, como son la armonía, la cohesión, la integración y la colaboración -Johan Galtung.