Un ejemplo de constancia y superación
Gnama es un chico que llego al I.S.L Lubrín en 2018, dónde todavía éramos un dispositivo de emergencia. Llegó como la gran mayoría de los menores extranjeros que llegan a España, con el objetivo de trabajar y poder ayudar a su familia.
Cuando se le comunicó a Gnama que tenía que ir al instituto por su edad, se negó en rotundo y su respuesta fue fugarse de nuestro centro. Emprendió un viaje a Barcelona y al hablar con su familia y decirles lo que había pasado, su madre le recomendó que volviera al centro dónde estaba. Ahí es cuando empieza la historia académica de Gnama.
Gnama fue matriculado en el Instituto de Educación Secundaria Albujaira dónde curso 3º E.S.O y 4º E.S.O. El entonces menor, se comprometió con sus estudios y sacó los años con unas notas admirables a pesar de no conocer todavía bien el idioma. Al terminar la educación secundaria obligatoria se le ofreció al menor la posibilidad de hacer prácticas laborales, pero decidió que quería seguir apostando por la educación y quiso meterse de lleno en bachillerato por la rama de ciencias sociales. Cabe destacar que el menor se levantaba cada día muy temprano para coger el autobús y llegaba pasadas las 15:00, aunque dos días a la semana era sobre las 20:30h. Además del bachillerato, Gnama se matriculó en la escuela de idiomas dónde aprobó el b1 de inglés, todo ello sumado a las responsabilidades diarias del centro y el estudio posterior que conlleva un bachillerato. Gnama fue todo un ejemplo de superación y constancia que nos enseñó que con esfuerzo y ganas todo se puede. Daba igual el momento que fuera, que Gnama estaba estudiando en su habitación. Los fines de semana se levantaba temprano para estudiar y seguía con su rutina diaria. Es por todo esto que para nosotros no fue ninguna sorpresa que el menor terminara 1º de bachillerato con buenas notas y con la ilusión de seguir un año más, esta vez fuera del centro.
En junio del año pasado, Gnama cumplía la mayoría de edad y era trasladado a Almería Acoge dónde seguiría su trayectoria personal. Allí, él era responsable de hacerse cargo de su matrícula y buscar el instituto dónde seguiría luchando por acabar bachillerato. No es una sorpresa decir que, encontró no sólo el instituto dónde matricularse si no que, además, ha terminado los estudios de bachillerato con unas notas envidiables. Gnama se ha presentado recientemente a la selectividad dónde también ha obtenido resultados muy positivos. Ahora está pensando que camino va a seguir, aunque estamos seguros de que sea lo que sea, lo conseguirá.
Queremos destacar el orgullo que sentimos todos los trabajadores del I.S.L Lubrín por él y lo contentos que estamos de que, gracias a su esfuerzo y su constancia esté consiguiendo todo lo que se ha ido proponiendo. Sólo con dedicación, ganas y esfuerzo ha sido posible todo esto. Para un menor que llegó en 2018 sin tener idea de nuestro idioma, haber conseguido todo lo que ha conseguido en 5 años es una alegría y un orgullo inmenso.
Nosotros seguiremos cerca de él para alegrarnos por cada paso que dé.
¡Enhorabuena Gnama!