«Sol Edad: El Tiempo de María»: Un conmovedor reflejo de la soledad que viven nuestros mayores

El pasado 17 de octubre, la Asociación Engloba y los Servicios Sociales de Lucena llevaron a un grupo de mayores a la representación teatral «Sol Edad: El Tiempo de María». Una experiencia que no solo fue un encuentro con la cultura, sino también una profunda reflexión sobre la soledad no deseada que afecta a muchos de ellos.

El pasado jueves 17 de octubre, un grupo de personas mayores de Lucena vivió una experiencia profundamente conmovedora al asistir a la obra «Sol Edad: El Tiempo de María». Organizado por la Asociación Engloba en colaboración con los Servicios Sociales de Lucena, este encuentro fue mucho más que una salida cultural: fue un viaje hacia las emociones, hacia esas partes del corazón donde la soledad y la nostalgia a menudo hacen eco en silencio.

La obra cuenta la historia de María, una mujer que, tras perder a su esposo y ver cómo su familia se aleja, se enfrenta al vacío de una casa que antaño rebosaba de vida y risas. A través de una narrativa que captura cada matiz de la soledad no deseada, la representación invitó a los espectadores a caminar junto a María en su día a día, en su lucha contra un silencio que pesa, que duele, que a menudo pasa desapercibido para el mundo exterior.

Durante la función, muchos de los asistentes no pudieron evitar verse reflejados en María. Hubo momentos de lágrimas compartidas, de suspiros profundos, de miradas cómplices, donde el peso de la soledad encontró una voz. “Es como si hablara de mí, de lo que siento cada día”, comentó uno de los mayores, conmovido por la fuerza de la historia. «Sol Edad» se atrevió a hacer visible esa herida silenciosa, a poner en palabras lo que tantos sienten, a dar un espacio a la soledad que a menudo queda olvidada.

Más allá de la emoción, este evento fue un recordatorio poderoso: acompañar y cuidar de nuestros mayores no es solo una cuestión de salud física; es una necesidad emocional. “La soledad no siempre es una elección, y duele mucho. Deberíamos hacer más actividades como esta, donde se sientan acompañados, escuchados, valorados”, expresó Ana, usuaria de la asociación.

Al final de la jornada, los rostros de los mayores irradiaban una mezcla de nostalgia y gratitud. Habían compartido un viaje no solo a través de la historia de María, sino también hacia su propia introspección, su propia historia. «Sol Edad» dejó una enseñanza: aunque la soledad puede ser una realidad para muchos, con amor y compañía se puede hacer más llevadera, y los últimos años de vida pueden llenarse de significado.

Fue una tarde que quedará en sus corazones, no solo por la obra en sí, sino por lo que representó: una conexión renovada con quienes les rodean, un recordatorio de que no están solos, una chispa de esperanza.

ASOCIACIÓN ENGLOBA