CAI: Centro de Atención Inmediata
Centro de Atención Inmediata
El C.A.I. se posiciona como un recurso esencial para la protección urgente de menores que se encuentran en situaciones de grave desprotección o alto riesgo físico y/o psíquico, y de quienes no se dispone de información completa al momento de su ingreso. Este centro tiene un enfoque temporal, proporcionando a cada menor un entorno seguro y estable mientras se determina la mejor solución para su futuro.
El C.A.I. es un centro que acoge, con carácter de urgencia y por un periodo corto de tiempo, a menores que se encuentran en situaciones graves de desprotección o en alto riesgo físico y/o psíquico, y de quienes no se dispone de una información completa. Ofrece a cada menor alojamiento, convivencia, educación y protección, cubriendo todas sus necesidades para un desarrollo integral durante el tiempo necesario hasta que se logre su retorno a la familia, si esto fuera viable, la adopción de una medida alternativa (como el acogimiento familiar o la adopción), su retorno a un centro de referencia en casos de intervención en problemas de conducta o conflicto social, o su emancipación al alcanzar la mayoría de edad.
Todo ello se lleva a cabo mediante un proyecto socioeducativo individualizado, que busca el bienestar físico, psicológico, social y educativo de los menores en un ambiente normalizador, seguro y protector. Se garantiza una atención profesional de calidad técnica y calidez humana, procurando recrear un entorno lo más parecido posible a un núcleo familiar común. Este ambiente fomenta una convivencia armónica y la participación activa del menor en la vida residencial y comunitaria, especialmente en las decisiones que les afecten, incluidas aquellas relacionadas con la gestión del centro, fomentando la autonomía y la progresiva asunción de responsabilidades.
El C.A.I. también aborda la diversidad y la interculturalidad desde una perspectiva inclusiva, atendiendo a las necesidades específicas de cada menor, ya sean culturales, lingüísticas, religiosas o legales, según su situación particular. Siempre bajo los principios de convivencia, integración y normalización, se evita cualquier práctica discriminatoria, a menos que se considere temporalmente necesaria para el bienestar del menor y sus características específicas, utilizando este enfoque como refuerzo de una atención inclusiva.
PERFIL
Menores en grave situación de desprotección o alto riesgo físico y/o psíquico, y de los que se carece de una información completa
OBJETIVOS
Garantizar la inserción social y familiar de los menores, preparándolos para una vida autónoma.
Ofrecer una atención integral que cubra las necesidades físicas, psicológicas, sociales y educativas de cada menor.
Proporcionar un entorno normalizado, seguro y protector que facilite la convivencia armoniosa y el desarrollo integral.
Adaptarse a los cambios sociales, proporcionando una respuesta inclusiva a la diversidad cultural, lingüística, religiosa y legal de los menores acogidos.
Fomentar la autonomía progresiva y la asunción de responsabilidades por parte de los menores, participando activamente en la gestión del centro.
ÁREAS DE ENFOQUE
Alojamiento, convivencia, educación y protección de menores en situación de riesgo.
Intervención socioeducativa individualizada para el desarrollo integral del menor.
Abordaje de la diversidad e interculturalidad desde una perspectiva integradora.
Respeto a los derechos de los menores, garantizando su bienestar y seguridad.
Normalización e integración de los menores en la comunidad, con especial atención a sus características específicas.
Preparación para la vida autónoma y facilitación del retorno a la familia, adopción, acogimiento familiar o emancipación, según cada caso.